Ari Axe - El eje sagrado-

Durante los meses de agosto y septiembre , Ode Danzafro , presento en el Centro Cultural Borges, dentro del Ciclo Experiencias en Escena " Ari Axe , el eje sagrado" , queremos compartir con ustedes algunas fotos de esta hermosa experiencia.

















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Critica de la Revista Q : http://www.revistaquilombo.com.ar/revistas/51/q51.htm


Danza l Ari Axe en Experiencias en escena
Llegamos a la tierra
y nos impacientamos

Paula Picarel


¿Quién no se ha preguntado, alguna vez, cuál es su verdadero eje? Este interrogante, y no su respuesta, es uno de los eslabones que componen la obra Ari Axe, una puesta que aprovechó la arquitectura del espacio para explorar esta inquietud, y muchas otras…

La sala Norah Borges tiene una columna en el centro. Y tener una columna en el medio del espacio en el que se va a bailar reviste una dificultad para cualquier danza… Sin embargo, a este grupo de bailarinas le sirvió de inspiración -y de excusa- para llevar al escenario un elemento poco explorado en la danza afro: el poste central o pilón en torno al cual se baila en las casas de candomblé. “Varias veces observé la presencia física o figurada de este poste central en casas de candomblé bahianas. También lo vi en ceremonias de candomblé o de batuque de la Argentina y de Uruguay, y en videos pude verlo en bailes de vudú haitiano”, cuenta Laura Rabinovich, directora de la obra. Y sigue: “con el grupo empezamos a ver semejanzas con lo que llaman el “axis mundis”, es decir, el eje del mundo que comunica al cielo con la tierra. En cierto momento viajé a Uruguay y visité a un pai de santo. Al mostrarme su templo me encuentro con el poste central. El pai me explica que el nombre del poste es Ari Axe y que es el sustento de la energía de un templo, donde en la parte de arriba se alimenta a las madres protectoras y aladas, y en la parte de abajo se dejan las ofrendas y los pedidos. Ahí dije: ‘la obra se va a llamar Ari Axe’. De modo que él fue en realidad quien nos dio el nombre. Para algunos autores, el poste central es por donde bajan los orixás, por donde baja la energía del orixá a la tierra. Así se comunican los opuestos, ¿no? , lo sagrado y lo terrestre, por ejemplo. Por eso, en un principio el subtítulo de Ari Axé iba a ser “Sagradas y terrestres”, representando la idea de que todos los seres humanos tenemos de esos dos componentes y también somos un eje, que comunica lo sagrado con lo terrestre. Entonces, finalmente nos pareció que estaba buenísimo que la sala tuviera una columna en el medio. ¡Era lo mejor que nos podía pasar!”.

El grupo investigó junto a Verónica Rey la escenografía para la puesta. Observaron diferentes imágenes de postes centrales de Haití y Brasil. “Con Verónica decidimos utilizar el Ari Axe realmente como un lugar de condensación de energía, donde se concentran las ofrendas para los orixás. Para representarlas, utilizamos los materiales que se usan en esas ofrendas, como el maíz o el arroz, pero crudo”, explica la directora, que además trabajó junto a Julia Brusca un variado vestuario, que no escatima en detalles, adecuado a cada coreografía y clima de la obra.

El segundo eslabón que da forma a este espectáculo tiene que ver con el uso de la palabra y con la elección de un discurso textual como esqueleto. La puesta se aparta de la narrativa y elige la estructura poética para construir sentido y poner en movimiento versos, palabras que resuenan en la sala y dan paso a cada una de las 11 coreografías que componen la obra. “No contamos una historia”, explica Laura Rabinovich. “Más bien –agrega- tratamos de reflejar diferentes momentos que tienen que ver con estados de ánimo, con la esencia de uno, con lo que para el candomblé es el ‘axé’ individual, con momentos espirituales que tenemos todos, pertenezcamos a una religión o no”. Para lograrlo, recurren a la figura del narrador a través de dos voces -una femenina y otra masculina- que recitan odus seleccionados del libro “Los orichás en África” de Adrián Souza Hernandez. Los odus son versos sagrados que cuentan historias sobre los orixás, y que los sacerdotes consagrados a la adivinación interpretan para dar al consultante el consejo apropiado. Hablan tanto de cosas positivas como negativas, y es con lo que juega la obra, en la representación de conceptos, emociones o imágenes que proponen los odus.

La propuesta coreográfica de Ari Axe conforma el tercer eslabón que da coherencia a esta obra, armónica y fiel al estilo de Laura Rabinovich, cuya impronta es un sello muy personal, de autor, que permanece como identidad durante los 50 minutos de baile que brinda la puesta. En cuanto a los lenguajes expresivos, se destaca la presencia fusionada de la danza afro, el jazz y danzas brasileñas como el samba. Además, las coreografías incluyen elementos de flamenco, capoeira, hip hop, contemporáneo, bloco afro y samba reggae. La técnica de formación en danza que se utiliza para el desarrollo del baile es, fundamentalmente, la técnica de danza afro que propone Laura Rabinovich. “Estoy trabajando en Ode con gente que ha sido formada por mi. Si bien una de las cosas más lindas que tiene este grupo es que cada bailarina ha incursionado también en otros lenguajes expresivos, como flamenco, árabe, capoeira o jazz, en lo que se refiere a danza afro están formadas por mi. Y eso unifica el código para trabajar luego lo coreográfico”, afirma Rabinovich, que desarrolla una técnica de danza afro que se basa en algunos principios generales, presentes en muchas danzas afro. En sus palabras: “uno de los principios fundamentales de esta técnica es la utilización de un eje, que no es el eje vertical de la danza clásica o de la danza contemporánea, sino que es un eje inclinado o curvo. De ahí surge también una paradoja con la obra. ¿Cuál es el eje sagrado de lo corporal? Quizás no es necesariamente recto… Otros principios son la flexión permanente de las rodillas y la utilización de lo simbólico, que en este caso tiene mucho que ver con la simbología de los orixás, si bien aparecen también otros elementos simbólicos. Sobre estos tres puntos de partida están armadas todas las coreografías”.

Con música de Fabián Tejada, la obra sorprende en cuanto a lo musical y se aleja de los ritmos habitualmente utilizados para bailar danza afro. Si bien la música no fue compuesta para la obra, el compositor y su música jugaron un papel activo en el proceso creativo. El compositor, porque colaboró con la selección del tema adecuado para cada propuesta coreográfica. La música, porque instó con sus cortes, matices y juegos rítmicos a la reelaboración de secuencias de movimientos.

Con todo, esta obra innovadora en la elección de temáticas y recursos provenientes de prácticas religiosas afroamericanas, profunda en investigación, con un fuerte trabajo de preproducción y muy variada en lo coreográfico y el vestuario, se ganó el derecho de participar del ciclo Experiencias en escena que organiza todos los años el Centro Cultural Borges en su sala Norah Borges. “Nos arrodillamos en el cielo y escogemos nuestro destino, pero cuando llegamos a la tierra nos impacientamos”. Así versa el Odu de Ifa Baba Eyiogbe (uno de los tantos que Ari Axe explora en su puesta), y resuena en torno a la imagen de la paciencia: es la primera vez que un espectáculo de danza afro es seleccionado para participar en el espacio.


Ficha técnica: Ari Axe el eje sagrado. Ode Danzafro www.ode-danzafro.blogspot.com. Dirección: Laura Rabinovich. Asistente de dirección: Heidi Rodríguez-Potter. Bailarinas: Laura Rabinovich, María Verónica Apollaro, María Soledad Oyola, Vanesa Carpossi, Mariana Cavarozzi. Narradores: Fernando Cárdenas, Ana Hidalgo Castellanos. Música: Fabián Tejada. Escenografía: Verónica Rey. Iluminación: Eugenio Barenstein. Vestuario: Julia Brusca. Maquillaje: Flavio Bonelli.

Laura Rabinovich es Profesora Nacional Superior de Expresión Corporal (IUNA) y desde hace 8 años se desempeña como docente dentro del ámbito de la danza afro y de las danzas brasileñas. En Buenos Aires, estudió con Telma Meireles, Isa Soares, Valdir Silva, Marta Bercy,y Claudio Oliveira, entre otros. Incursionó en la capoeira Regional y en la Angola. En Salvador, estudió con Augusto Omolu, Mestre King, Rosangela Silvestre, Nildinha Fonseca, Vera Pasos, Melisa Hermo, Joaquim Lino (Olodum), Vania Oliveira (Ilê Aiyê), Mariulsa de Oliveira y Edileusa Santos. Es directora, coreógrafa y bailarina de los grupos Ode Danzafro y Afro Gusu. Actualmente desarrolla su actividad docente en el Centro Cultural Borges, en el Danzario Americano, en Tumba La Ta y en el Instituto La Danza.

Arí Axé: El eje sagrado, se presenta los domingos 13 , 20 y 27 de septiembre a las 20 hs en la sala Norah Borges del Centro Cultural Borges, Viamonte 525, Ciudad de Buenos Aires. Más información en www.ccborges.org.ar


paupica@gmail.com

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